Seguro que nunca paraste a pensar cuántos usos le darán las arañas a sus peculiares hilos de seda. Te sorprenderá saber que algunas especies de arácnidos como la araña cangrejo, la usa también para volar.
Más allá de crear sus sacos de huevos e incluso tejer capullos para almacenar a sus presas vivas, las arañas también pueden convertirse en espléndidos paracaidistas; seguro que para los aracnofóbicos no será una buena noticia saber sobre esta increíble habilidad de nuestras amigas(?) de ocho patas.
Más allá de crear sus sacos de huevos e incluso tejer capullos para almacenar a sus presas vivas, las arañas también pueden convertirse en espléndidos paracaidistas; seguro que para los aracnofóbicos no será una buena noticia saber sobre esta increíble habilidad de nuestras amigas(?) de ocho patas.
VIDEO | Esta es la sorprendente técnica de vuelo de la Araña Cangrejo: la araña voladora
Esta capacidad para usar sus hilos de seda atrapando la brisa, se documentó por primera vez en el siglo XVII.
Para descubrir los detalles de cómo las arañas tienden sus hilos y se elevan, Moonsung Cho y su equipo de la Universidad Técnica de Berlín colocaron 14 arañas cangrejo (Xysticus) en una especie de plataforma en forma de hongo, que expusieron a la brisa natural.
#DatoCurioso 🤓
El espacio elegido para este experimento es el mismo parque de Berlín Otto Lilienthal probó por primera vez planeadores más pesados que el aire.
En otra etapa del estudio, los investigadores colocaron las arañas en un túnel de viento, donde pudieron controlar la velocidad y la temperatura del viento.
Las arañas comienzan levantando una o dos patas al aire durante 5 a 8 segundos, aparentemente determinando el sentido y temperatura del viento.
Si el día era frío y ventoso, no se atrevían a levantar el vuelo. En cambio las condiciones adecuadas parecen consistir en una brisa cálida y suave de no más de 3 metros por segundo. Una vez detectadas, las arañas levantaban su abdomen y pueden liberar hasta 60 hilos de seda, formando una lámina triangular que impulsa su despegue.
Fuente: La Vanguardia
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